sábado, 21 de diciembre de 2013

Felices fiestas - Praying for time

Que la felicidad os visite estos días y 
se quede a vivir en vuestros hogares.

Un año más y como viene siendo habitual en esta casa, el loco y yo queremos compartir buenos deseos con todas las personas que de forma continua o intermitente van dejando sus huellas aquí y se convierten, un año más, en el motivo más importante que nos anima a tener las puertas abiertas, sin distinción de credos -tanto religiosos como sociales.




Esta vez he encontrado una canción que -pienso- nos viene bien a todos, por las situaciones locales y globales que estamos viviendo. En ella, canta George Michael que estos son días de extender las manos y que no serán los últimos. Yo espero y deseo que las vuestras se extiendan para dar y recoger abrazos; se abran para compartir y no exigir recompensas; se abran para poder abarcar a más personas entre ellas. Deseo que vuestras manos estén siempre vacías para que la abundancia no las hagan olvidar algún tiempo en el que se carecía de algo o de todo y se esperaba ser acogidos por otras manos.

Canta también, George Michael, que estos son los días de los mendigos y los oportunistas. Yo deseo y espero que todos los días del año seamos los oportunistas. O sea, los que brindemos la oportunidad de hacer más felices  a quienes nos rodean, empezando por la familia; la oportunidad de perdonar las afrentas que hemos recibido y brindarla igualmente a aquellos que nos deben pedir perdón a nosotros. No olvidemos que existe la mendicidad conviviendo puerta con puerta, a nuestro lado... que está bien alargar la vista a lo lejos, pero sin borrar a los que están en nuestra misma acera; incluso dentro de la familia... sobre todo a la familia... pero que lo hagamos con el amor verdadero que nunca se jacta de sus actos, ni humilla practicando una "caridad" mal entendida. Seamos mendigos de justicia y no carroñeros oportunistas, verdugos de las desgracias ajenas.

La canción nos habla de lo difícil que es amar cuando hay tanto que odiar; aferrados a la esperanza, cuando no hay esperanza de la que hablar... Yo te deseo un corazón libre de prejuicios y demuestres a quienes nos han robado desde el pan a la dignidad, sin olvidad la libertad, que eres incorruptible, indomable y esrás preparado para amar y seguir teniendo esperanza en el ser humano. Sin credos. Sin banderas. Sin víctimas. Sin mártires.

La casa del loco es abierta y ecuménica. Crítica y azote de las injusticias. Amable y acogedora sin barreras, salvo a la intolerancia. La casa del loco es tu casa.

Feliz Navidad.

Ojalá el 2014 sea el año de la justicia.

 

domingo, 15 de diciembre de 2013

Timelapse Majestic Nature

Después de un largo tiempo, vuelve un timelapse a la casa del loco. Majestic Nature, de Andrew Walker. Como todos, espectacular. Relajante...

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Una taza de te con Draupadi

Al loco le ocurren cosas muy curiosas que no siempre os comenta, pero hoy quiere romper su norma (no escrita) y contaros que fue invitado a tomar " un te con Draupadi", ¡en su propia casa!. ¿Te imaginas?, todos al rededor de la mesa se van contando historias y vivencias sobre lo humano y lo divino (nunca mejor dicho); y ahí estaba él, como siempre se le ha dado mejor escribir "bajo pedido" que inventarse una historia, hablando sobre "la santa arqueóloga (o casi)". Sigue el enlace para leer. Espero que lo disfrutes... aunque no te haya traído un te con pastas. 

martes, 3 de diciembre de 2013

Sin ayudas externas

Cuando voy al cine no me gusta levantarme hasta que han acabado los créditos (o hasta que los quitan, como en la TV). Me gusta ver los nombres de las personas que han hecho posible esa película. Y con los libros que leo, igualmente. Pocos carecen del apartado "agradecimientos"... eso honra al escritor (hablo en neutro); a mis ojos le confiere un estatus superior al de "simple" contador de historias. 

Ten cuidado si te autopublicas tus libros,
te autopromocionas, autocorriges,
te autopremias,
te autodescubres y autovendes 
en las redes sociales.
Porque, con toda seguridad,
te autocorrompes...

sin ayudas externas.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Ellos las prefieren...

... extranjeras

No es nada nuevo que alguien forastero llame nuestra atención, resulta exótico para nuestros sentidos conocer personas con otras costumbres y tradiciones.
De la misma manera que a Paco Martínez Soria le atraían las suecas, una especie de mantis religiosa sufre el mismo padecimiento, sólo que con las sudafricanas.
Según cuentan los investigadores de un estudio publicado en la revista Royal Society Biology Letters, los machos nativos se sienten más atraídos por las hembras de la especie invasora que por las de su propia especie.
Existen dos especies de mantis religiosa en Nueva Zelanda. Una de ellas es la especie nativa, Orthodera novaezealandiae, y la otra una especie procedente de Sudáfrica, Miomantis caffra, que llegó en la década de los 70 y se extendió rápidamente por todo el país.
Las hembras de la especie invasora tienen el doble del tamaño de los machos nativos y practican el canibalismo sexual. Las hembras de las especies nativas, por otro lado, no son mucho más grandes que los machos y no son conocidas por ser sexualmente caníbales.
El Dr. Greg Holwell, ecólogo conductual de la Universidad de Auckland y coautor del estudio, y sus colegas investigaron la interacción entre las dos especies utilizando un dispositivo llamado Y-maze olfactometer, algo así como un olfatómetro en forma de Y.
La prueba consistía en probar varios casos colocando distintos machos nativos frente al tubo con forma de Y, dándole dos caminos a elegir.
En uno de los casos, una hembra invasora se encontraba en el extremo de uno de los brazos, donde su olor quedó impregnado. Más tarde, el macho nativo fue arrastrado hacia donde se encontraba dicha hembra atraído por su olor.
Pero lo más sorprendente fue cuando se les dio la opción de elegir entre una mujer nativa o una invasora, los machos seguían eligiendo la especie equivocada.
Más tarde, los investigadores observaron lo que sucedía entre los machos y las hembras cuando se apareaban en su medio natural.
Los machos nativos se acercaban a las invasoras e intentaban aparearse como si fueran de su propia especie. No sólo sus intentos para aparearse eran fallido, sino que existía un inconveniente grave para tanto esfuerzo.
Desafortunadamente para los machos, las hembras invasoras se los comían hasta en un 70 por ciento de las veces
Dice Holwell.
Por el contrario, los investigadores encontraron que los machos invasores eran mucho más “inteligente” a la hora de procrear.
Los machos invasores habían evolucionado su sistema de apareamiento, siendo mucho más cautelosos
Comenta Holwell.
Trataban de acercarse a sus hembras desde el ángulo correcto para no ser visto, pudiendo moverse más lentamente
Teniendo en cuenta estas estrategias, los machos invasores eran engullidos sólo el 40 por ciento de las veces.
Estos últimos hallazgos apoyan la idea de que la especie nativa se está viendo afectada significativamente por la otra invasora.
Holwell apunta al tipo de feromona de la mantis invasora, eso explicaría por qué resultan tan atractivas para los machos nativos. De hecho, la especie sudafricana en su medio de origen tienden a producir más feromonas para atraer a sus compañeros ante tanta competencia.
Vía | Xatakaciencia