viernes, 27 de septiembre de 2013

Sexador de pollos, sí ¿pasa?

Seguro que, a estas alturas, ya te acostumbraste a las excentricidades del loco ¿verdad? Pues espero que no deje de sorprenderte (como a mí). Para muestra un nuevo artículo de Xatakaciencia. Y si te ríes al leer el encabezado será cosa tuya... esto va en serio.

¿Por qué el trabajo de sexador de pollos es mucho más importante de lo que se cree?

Sexador de pollos. Solo el nombre induce a la hilaridad. Este trabajo ha sido objeto de toda clase de chistes, protagonista de gags cinematográficos, e incluso suele aparecer en las listas de los peores trabajos a los que te puedes dedicar. Sin embargo, ser sexador de pollos es un trabajo mucho más importante de lo que creemos. Y llevarlo a cabo requiere cierta magia que incluso los científicos están tratando de descifrar.
Todo empieza con lo siguiente: a nivel económico e industrial, los pollos son completamente inútiles: no ponen huevos, su carne es correosa y, además, molestan continuamente a las gallinas, que son las que ponen los huevos. El problema, pues, está claro.
Sin embargo, detectar a los pollos de las gallinas no es nada fácil, lo cual complica tremendamente el problema inicial. Hasta que los pollos no tienen de 4 a 6 semanas de edad, es imposible distinguir a los machos de las hembras. Solo entonces empiezan a desarrollar un plumaje distintivo y características sexuales secundarias como la cresta.
Por lo tanto, los avicultores siempre han tenido que criar con la misma entrega a pollos de ambos sexos, a pesar del gasto en el que incurrían, no fueran a deshacerse del sexo útil.

El gran descubrimiento del culo abstracto

El mundo de los pollos era así de complicado hasta la década de 1920, cuando veterinarios japoneses advirtieron que justo en el interior del trasero del pollo se encuentran unos pliegues, marcas, manchas y bultos que pueden informar acerca del sexo del pollo. No obstante, estas señales resultan tan indescifrables para los legos como un test de Roschart para fines no psicológicos. Los traseros de los pollos son como pinturas de Pollock. Arte abstracto. Una constelación caótica.
Con todo, a raíz de este descubrimiento, presentado en el Congreso Mundial de Avicultura de Ottawa de 1927, surgió una nueva profesión de elegidos, de expertos en interpretar los traseros de los pollos: el sexador de pollos profesional, que solo recibía tal nombre después de años de adiestramiento. Con el tiempo, los sexadores de pollos empezaron a ahorrar tanto tiempo, esfuerzo y dinero a las empresas avícolas que su trabajo se convirtió en uno de los más valiosos dentro del ámbito de la agricultura.
Además, para ser sexador de pollos se requería una destreza propia de un neurocirujano y una gran concentración, tal y como explica Joshua Foer en su libro Los desafíos de la memoria:
Los mejores entre los mejores cursaban los dos años de estudios necesarios en la Escuela de Sexadores de Pollos Zen Nippon, cuyo nivel de exigencia era tal que sólo aprobaba entre el 5 % y el 10 % de los alumnos. Sin embargo aquellos que lo conseguían ganaban la nada despreciable cantidad de quinientos dólares al día e iban por el mundo de granja en granja como asesores de primera. Una diáspora de sexadores de pollo japonesa recorriendo el planeta.

Más arte que ciencia

El procedimiento para averiguar el sexo del pollo tiene algo de ciencia, pero tal vez más de arte, porque los expertos tampoco saben muy bien cómo logran averiguar los sexos a tal velocidad. Y es que, según algunos cálculos, existe hasta un millar de configuraciones cloacales diferentes que un sexador debe aprender para hacer bien su trabajo.
A tal diversidad, debe añadirse la creciente velocidad que se requiere en el diagnóstico: en la década de 1960, por ejemplo, una granja media podía pagar a sus sexadores un penique por cada pollo sexado correctamente, y descontaba 35 centavos por cada equivocación. Los mejores sexadores, pues, han aprendido a determinar el sexo de 1.200 pollos por hora, con un grado de aciertos del 98-99 %. En Japón, algunos sexadores superexpertos son capaces de determinar el sexo de 1.700 pollos a la hora.
A grandes rasgos, se lleva a cabo de este modo:
El ave se sostiene con la mano izquierda y se aprieta suavemente para que evacúe los intestinos (demasiada fuerza y los intestinos se volverán del revés, con lo que el ave morirá y su sexo será irrelevante). Con el pulgar y el índice el sexador le da la vuelta al ave y aparta un pequeño faldón del recto para dejar al descubierto la cloaca, la diminuta porción final del intestino en la que desembocan los conductos genitales y urinarios, y mirar en profanidad. Para hacerlo debidamente han de tener las uñas cortadas con precisión. En los casos sencillos (aquellos que el sexador puede explicar) el experto busca una protuberancia apenas perceptible llamada eminencia, más o menos del tamaño de la cabeza de un alfiler. Si la protuberancia es convexa, el ave es macho y va a parar la izquierda; si es cóncava o planas, es hembra y acaba en una rampa situada a la derecha. (…) Sin embargo en aproximadamente el 80 % de los pollos la protuberancia no es obvia y no hay otro rasgo distintivo al que pueda apelar el sexador.
Esta misteriosa destreza, en apariencia de chiste (nada menos que ir mirando y toqueteando rectos de pollos a velocidad endiablada), no sólo es importante para la economía de la industria avícola, no sólo tiene algo de arte porque los sexadores expertos “saben” el sexo del pollo sin ser muy conscientes de la razón, sino que, además, sexar pollos es un tema tan fascinante que filósofos docentes y psicólogos cognitivos han firmado tesis al respecto. Tenedlo en cuenta la próxima vez que os riáis de un chiste protagonizado por un sexador de pollos.

10 comentarios:

  1. Ayyyyy bonita mía jajajaja a mi te aseguro que además de hacerme sonreír me has convencido absolutanmente con toda la argumentación y lo prolijo de lo importante que es ser sexador de pollos jajaja si me dedico yo a eso con lo despistada que soy arruino a todo el sector en un plis plas :))


    Graaaaaciaaasss preciosa, por esto, por asomarte allí ( no sabes qué sonrisa me has dibujado:-) y por acordarte de mi... eso sobre todo, por eso te he buscado pitando al verte, a veces quiero hacerlo, pero el tiempo es muuy malísimo conmigo y como a penas te veo por ahí, luego te me despistas como los pollos jajajaja


    Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaakss!! inmeeeenso y feliz finde.

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  2. Que va, yo nunca me he cachondeado de esa admirable, para mi, habilidad, y no sabes como me ha alegrado tu entrada, porque siempre quise saber como lo hacían exactamente y nunca tuve la oportunidad de informarme, mas que nada porque como no era nada prioritario, se me olvidaba. :))
    Besos y salud

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  3. Ganando eso, ya pueden ser expertos...
    Claro que, cuando se equivocan ¿a quién se le reclama?
    Yo compre pollos en una ocasión y en medio de nueve, venía una gallina (10% de error); los pollos eran para engorde y ella los cuidó a todos como una madraza: los recogía cada noche y salía a buscarlos si faltaba alguno. Mi hermana es testigo, porque cuando la vi las primeras veces, no me lo creía y busqué testigos que lo confirmaran.
    Pero seguro que los sexadores de aquí no cobran tanto y pueden equivocarse más...

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  4. Se parece al sexador de ángeles, sobre todo por el culo abstracto aunque los putti lo tienen bien redondo.
    Abrazos, Mariluz.

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  5. Jajajajajaja..Creo que por ahora seguiré con mi profesión. Padarme el día analizando culopollos no me resulta nada atractivo.

    Besos pasados por agua desde tierras norteñas.

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  6. Cuánto ignoramos! Vamos al súper y lo demás no nos importa. Es un artículo muy interesante el que nos regalas. Y mucho más complicado de lo que pudiera imaginarse.
    Gracias, bella!
    Besos de anís.

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  7. La descripción de cómo lo hacen no pude leerla entera, jajaja.
    Si, ya los vi alguna vez en la tele y me sorprende lo rapidísimo que lo hacen. Dicen que los mejores son los coreanos.

    Besos, Mariluz.

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  8. Hola Mariluz! Todos los días se aprende algo nuevo y me lleva a preguntarme con cuántos sexadores de pollos se cruza uno en el supermercado sin saberlo!


    Besotes!

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  9. Y despues dicen que no hay profesiones interesantes!!!!!! jajajajaja Buenisimo, en mi proxima vida, quizas la eleija..... claro que tratare de embocar nacer nipóna, que me facilitaria las cosas!!!!

    Besos

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